martes, 13 de abril de 2010

Rembrandt… El genio holandés


El Barroco como vimos anteriormente fue una época en la cual el valor gráfico tomó una gran importancia y reconocimiento, su máximo expositor de este género fue sin duda Caravaggio. El era reconocido y respetado por los pintores de su época y una figura célebre en Europa del Sur.

Pero si bien Caravaggio fue la figura más importante en el Barroco; no fue la única en sobresalir y ganar reconocimiento. Hubo otro artista que a pesar de venir de un país no tan reconocido como Italia a nivel artístico se convirtió en toda una sorpresa e inspiración para los demás países Europeos. Esa otra persona fue Rembrandt Harmenszoon van Rijn (Rembrandt) un artista holandés que cautivó a todo el público europeo por su inigualable talento y sus maravillosos retratos.

Como muchos artistas, Rembrandt empezó a mostrar aptitudes para la pintura a muy temprana edad. Gracias a que su familia era muy acomodada él fue aprendiz  de un pintor llamado Jacob van Swanenburgh, con quien estudiaría durante 3 años. Luego de sus años de estudios decidió poner su propio estudio empezando su trabajo personal y a enseñar a futuros artistas.[                    

Al empezar Rembrandt a ganar nombre gracias a conocidos que lo presentaron y aconsejaron en la escena real; este fue adquiriendo un estilo único y unas características temáticas. Una de estos temas fueron los retratos y autorretratos que rápidamente llamaron la atención de los críticos y artistas debido a una cálida y un aspecto tan humano y humilde que era difícil diferenciarlos de la realidad. Para los críticos, Rembrandt tenía la habilidad de plasmar las expresiones humanas con un nivel de humanidad que los hacían acogedores y llamativos. Basta con ver su autorretrato de cuando tenía 22 años para ver sea humildad a la hora de plasmar a una persona que ya para esa época gozaba de renombre internacional. 

En la época en la que Rembrandt gozaba de reconocimiento en la corona, sus retratos se volvieron célebres, eran tan realistas que atrajeron mucha atención, pero a pesar de estos retratos Rembrandt mostro su talento único a la hora de hacer paisajes y paisajes narrativos, una de sus más famosas obras fue la “Ronda de Noche” en la cual jugó con diversos motivos. Los personaje estaban dispersados y había un fuerte juego entre luz y sombra. Pero además de estas nuevas temáticas, hubo un cambio en la pintura de Rembrandt. Con forme fueron pasando los años la pintura de Rembrandt se fue haciendo de detallista a formas más sueltas; se fue viendo que el “Lamento de Jeremías” tiene un muchos detalles y con sutiles puntos de luz, haciendo el cuadro una obra maestra pero poco a poco esta técnica se volvería un pincelada más fluida dando vida a cuadros como “La conspiración de Claudius Civilis” que se ve un marcado uso de pinceladas leves en el lienzo.

Pero a pesar de su evolución en su pintura, Rembrandt usó e incursionó en otras técnicas, una de las más recodadas fue la grabación. Rembrandt tuvo que adaptarse a los grabados debido a una crisis que lo estaba dejando en la calle. Fue así que este comenzó a estudiar la técnica, y fue tan alto su grado de genialidad que llegó a imponer una nueva técnica, "La estampa de los cien florines", en la cual combinaba masas de líneas y mordidas de ácido sucesivas para alcanzar distintos niveles de profundidad, con esta nueva técnica Rembrandt creó una buena cantidad de cuadros que lo volvieron a poner en el ojo del mundo como un gran grabador.

Sin lugar a dudes Rembrandt fue quien marcó una pauta en el Barroco, mostrando que Roma no es solo el centro del arte, sino que en otros lugares se pueden encontrar otros casos magníficos como él; gracias a sus clásico y detallados cuadros se convirtió en el más grande artista de su época y el mejor de su país hasta el día de hoy.

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