miércoles, 24 de marzo de 2010

El Barroco


El siglo XVII fue una época de muchos cambios e innovaciones. El mundo descubría nuevas formas de pensar, nuevas invenciones y se daba paso a un cambio de lo tradicional.                        En este contexto la Iglesia Católica después de haber pasado por la Reforma y la Contrarreforma buscaba enmendarse y recuperar a los fieles que había perdido.  La Iglesia tomó está tendencia para darse una nueva imagen, para que el pueblo vea una renovación en ella, por eso este periodo del siglo XVII llamado Barroco tuvo una fuerte influencia en esa actitud de la iglesia.                               

Desde luego no toda Europa siguió lo que en Italia estaba pasando, el cristianismo era importante también en España pero no hizo que pintores como Velásquez centraran su atención en la Iglesia.  Pero, de qué manera surgen estas diferencias de temática en Europa. Pues ya en el siglo XVII después de la Reforma y la Contrarreforma se crearon dos zonas de desarrollo: por un lado se encontraban la Zona Cortesana, compuesta por los países católicos como Italia, España y Francia.  Y por el otro yacía la Zona Protestante, conformada por Holanda y Flandes.                        Estas diferencias hicieron que en Europa se viera variedades no solo en la temática sino también en el estilo artístico de cada pintor. Y precisamente por eso cada país tuvo un representante celebre y reconocido.

Uno de ellos fue Michelangelo Merisi da Caravaggio (Caravaggio) un pintor italiano que resaltó no solo por su calidad gráfica, sino por la manera de representar a los personajes sagrados. Como todo genio empezó su carrera a temprana edad y ya de adulto era alguien reconocido en toda Roma. Sus pinturas fueron de mucha influencia para los nuevos pintores, pues Caravaggio creaba personajes sumamente llamativos, su características más importante fue que él plasmaba momentos, instantes en sus obras;  uno no veía a los personajes posar para el cuadro, sino que este nos mostraba a los personajes haciendo algo, diciendo algo, expresando algo.  Cuadros como “Crucifixión de San Pedro” nos muestran ese valor de realismo, el rostro de Pedro cuando los obreros están por poner la cruz de cabeza, un rostro desesperado, mientras que también uno ve la tensión de unos brazos al amarrar los pies de Pedro, es una imagen estructurada pero a las ves nos muestra movimiento y un valor expresivo grandioso.                                                                  Efectivamente esto no dio sonrisas por parte de la Iglesia debido a que era para ellos una imagen fuerte y grosera, pero que a la vez atrajo al pueblo a ver una nueva cara de lo sagrado.                     La expresividad y realismo de sus cuadros no fue lo único que Caravaggio dejó como herencia, este implementó un último recurso para dar más valor al carácter divino de sus pinturas.                    Principalmente para él lo divino connotaba, luz, brillo, contraste; es así que Caravaggio usó la luz para dar jerarquía en sus pinturas. “La Vocación de San Mateo” es clara ilustración del uso de la luz. Vemos que desde donde se encuentra Jesús se proyecta un luz que ilumina a los personajes del cuadro dando así más valor a sus expresiones y dándole más importancia a Jesús quien es el que proyecta la luz apuntando a Mateo.  Efectivamente Caravaggio, tomó un  importante lugar en la época del Barroco, mas no fue el único exponente en ser reconocido.

En España dos nombres fueron de suma importancia. Bartolomé Esteban Murillo y Diego Velázquez encabezaron la lista de pintores españoles, cada uno con estilo diferente y cada uno marcó diferencia en lo que hacía.                                             A Murillo se le podría considerar como un artista más delicado y sensible, pues cada tema religioso, este lo hacía con técnicas muy suaves que reflejaban el sentimiento del cuadro. La “Inmaculada Concepción” muestra suavidad, delicadeza, no solo por la imagen representada, sino por el trazo típico de Murillo.  En general a Murillo se le caracterizó por la creación de sus vírgenes  a quienes pintaba con un carácter sumamente humanas y divinas, estas encantan por su ternura y candor insuperable, su piedad y belleza.  Y en especial otro tema distintivo de Murillo fueron sus pinturas de niños, a los cuales pintaba con amor y devoción, es así que en sus pinturas estos salen son expresiones de gracia y picardía. Murillo fue por eso un artista delicado, piadoso y honesto; fue el pintor del pueblo como Velásquez lo fue de la Corte.

Pero se vio por la parte de la Zona Cortesana, sin embargo es en la Zona Protestante de donde un pintor seria reconocido, no solo por ser en más grande pintor en la historia de su país, sino por ser una de las más reconocidas figuras del Barroco. Rembrandt Harmenszoon van Rijn (Rembrandt)  fue el pintor más célebre de su tiempo, no solo fue reconocido en su hogar, Holanda, sino por todas la partes de Europa en que viajó. No solamente por la calidad grafica, tuvo Rembrandt reconocimiento, sino por las tendencias que él impuso, fue el primer artista en crear un cuadro con personajes incompletos y desordenados, al igual que Caravaggio, Rembrandt también uso el expresionismo para dar valor a toda una composición, de esta manera, cada personajes contaba una historia distinta y mostraba un carácter distinto al de la escena. En la. “La lección de Anatomía del profesor Tulp.”  Vemos que cada personaje muestra una actitud diferente en la escena, esto era debido a la habilidad que el autor tenía para expresar un tipo de sentimiento en cada personaje.  La luz también fue un factor que él utilizó para dar más realismo, pero además Rembrandt se caracterizo por esa versatilidad de ir por diferentes estilos; era un artista muy variado.                                                         Debido a la política de su país, y su fuerte protestantismo los cuadros religiosos eran en su mayoría sobrios lo que dio que Rembrandt pintara todo tipos de cosas dándoles y acabado perfecto que fue de inspiración para muchos.

Desde esta manera fue pues el Barroco una época en la que el mundo se sorprendió por la cantidad de arte que tenía algo distinto que mostrar y sobre todo por como lo mostraban, gracias a su variedad el Barroco como movimiento cultural dio bases para el crecimiento y desarrollo de muchas cosas futuras y fue de suma importancia para el respaldo de instituciones que volvían a recuperar importancia en la sociedad.

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